PadresOtakus

Como director de Grupo Minamikaze, Anime Parade  , recibo a diario varios correos en las que los lectores se quejan de que su familia, padres o amigos que esta afición es una perdida de tiempo y que no va para ningún lado. Este artículo está hecho para, precisamente, desmentir todo posible error al respecto. No es un artículo para otakus, sino para sus padres. Así que, si tu estas en este caso, te sugiero que pases este artículo a tus padres, pues a ellos me dirijo.


¡Que tal!, seguramente habrá visto que su hijo ve animación japonesa, que se la pasa viendo estas “caricaturas” tan raras y usted debe estar pensando en que solo pierde el tiempo de manera miserable. Bueno, pues permítame darle esta información por partes para que quedemos todos de acuerdo.

En primera, no voy a justificar nada, pues ni anime ni manga son malos. Sólo voy a hablarle de esta cultura y de que, contrariamente a lo que piensa mucha gente en nuestro país, ni es para niños (al menos no todo), ni son caricaturas como las de Disney. En Japón, el anime y el manga son un poderoso medio de comunicación que, al igual que el cine, se divide en varias categorías: infantiles, juveniles y para adultos. Allá hay manga para casi todo el sector social: estudiantes de primaria, secundaria(hombres y mujeres), amas de casa, oficinistas, ejecutivos, empleados federales, etc. Por ende, las historias abarcan todo tipo de géneros: lo mismo que tenemos adaptaciones maravillosas de novelas clásicas como Heidi o Remi (que, seguramente recordará usted bien), que historias de misterio, horror, acción, ciencia ficción, drama, fantasía épica, etc. El problema es la falta del conocimiento del tema en México: para las televisoras resulta impensable que una animación pueda pensar a los adultos, ya que se tiene el estereotipo de que todo dibujo animado es única y exclusivamente para niños, por tanto, en cuanto llega a la televisión una animación traído de Japón, no se analiza y simplemente se transmite sin darse cuenta de que tal vez ese anime no era para pequeños. El resultado es que miles de niños ven una serie sin censura en la que hay temas dramáticos o violentos. Para cuando todos se dan cuenta, la serie ya va en su segunda vuelta de emisión y lo único que pueden hacer es cercenar los cachos que se consideraron “indebidos”, pero de todas maneras, los padres ya se quedaron con una idea de que todo el anime es un caos de violencia. Lo peor viene cuando el padre sólo repite lo que ha oído por ahí, acerca de que “esas caricaturas son violentas”, sin sentarse a ver un capítulo para generarse un criterio propio. Esto nos deriva en una satanización del anime y el manga. Pero créame, nada hay de eso.

Como ya le he comentado, hay anime para todo y para todos. El famoso “HENTAI” o anime / manga erótico es, obviamente, para adultos, al igual que algunas películas europeas animadas para adultos. Lo mismo va para series animadas como Dragon Ball misma que, contrariamente a lo que todos creen, NO ES PARA NIÑOS. Dragon Ball está pensada para un público adolescente de 12 años en adelante, que ya ubica perfectamente lo que pasa y no se va a creer Goku. De igual manera pasa con Caballeros del Zodiaco y Mazinger Z. Por el contrario, existen animes como Hamtaro, que es totalmente para niños, en la que unos simpáticos hámsters corren aventuras sencillas. Incluso estoy segura de que usted vio anime hace ya mucho tiempo. ¿Recuerda a Astroboy, Heidi, la Princesa Caballero o Belle y Sebastián? ¡Pues eran animes! Y llegaron hace más de 20 ó 30 años, lo que nos demuestra que el anime ya estaba desde los años sesenta y setenta, sólo que entonces no se le conocía con ese nombre.

Así pues, si su hijo gusta de ver animaciones como Card Captor Sakura, Gulliver Boy o Shaman King, no hay nada de malo en ello, solo es un pasatiempo, y si, por el contrario, este pasatiempo va mas allá y a su hijo le da por dibujar o crear sus propias historias, tampoco hay problema,, después de todo ¿cuántos no hemos soñado con ser tal o cual cosa de grandes? OK, tal vez no haya una súper demanda de trabajo como dibujante de cómics en México, pero aquí mismo recibimos dibujantes que tienen la vocación y el talento para convertirse en profesionales, ¡faltaba más! ¡Pero ojo! Tampoco justificamos los excesos. Una cosa es querer ser dibujante, guionista, animador o diseñador por influencia del anime, y otra muy distinta es encerrarse en su cuarto sin salir, alienarse, descuidar la apariencia, faltar a la escuela (o la trabajo) y escudarse en el anime acerca de tal o cual conducta. Tal tipo de alineación no es correcta y ahí si estoy de acuerdo en darle seria reprimenda al chavo por su comportamiento.

¿Qué debo hacer?
No hay que escandalizarse. Lo más correcto es conocer al “enemigo”. Lo invito a que se siente a ver el anime favorito de sus hijos (no importa que éstos no sean niños, finalmente el niño es la minoría en este caso) y deje que le cuenten hasta de qué número calza fulanito, sin decirles que le parece horrible, o lago así. Una vez visto, analícelo: ¿esta serie es apta para la edad de su hijo?, ¿tiene algo que usted considere censurable? Si la respuesta a ambas es si, le recomiendo que busque información sobre esta serie. (aquí, en nuestra web  puede hallar la que guste, y si aun no la hemos publicado, escriba y se la proporcionaremos con gusto) y averigüe si la serie en cuestión fue planeada para el público que la está viendo. Una vez hecho esto, le recomiendo que comience a ver anime poco a poco (y en la medida de sus capacidades económicas y de tiempo). Para empezar, le recomiendo ampliamente El Viaje de Chihiro, Kiki’s Delivery Service (de hecho, cualquier obra de Hayao Miyasaki), Hamtaro, Doremi o Doraemon. Ya después se puede ir sobre series más especializadas poco a poco y analizarlas para que se dé cuenta de la diversidad entre unas y otras.

Finalmente, queremos dejar bien en claro que ni somos enemigos, ni mucho menos. Estamos para orientarle sobre este medio, no para echarle piedras y decir que usted está mal, porque estamos de acuerdo con que usted hace todo lo posible para que sus hijos no se eduquen de manera violenta, lo cual es otro punto. El anime, más que un medio educativo, es un medio de entretenimiento. La educación de cada persona se forja en casa, no en la TV o en otro lado. De todos modos aquí, en Genshiken Club , nos preocupa esto y hemos comenzado a clasificar las series que analizamos de acuerdo con su género para que los lectores sepan de una vez cuáles series son apropiadas para su edad y género y usted mismo sepa qué series considera adecuadas para su familia. Una vez sabido esto, y si tiene inquietud en conocer el amplio mundo del anime / manga, estamos para servirle. Escribanos a  y con gusto resolveremos todas sus dudas. Gracias.